La cirugía refractiva ha revolucionado la forma en que muchas personas experimentan el mundo que les rodea. Sin embargo, es común encontrarse con una serie de falsos mitos y temores sobre este procedimiento que pueden disuadir a aquellos que podrían beneficiarse enormemente de él.

Falso mito 1: La cirugía refractiva es dolorosa y peligrosa. Este es uno de los mitos más extendidos, pero la verdad es que la cirugía refractiva es un procedimiento seguro y relativamente indoloro. Los avances tecnológicos en este campo han permitido que las intervenciones sean cada vez más precisas y con tiempos de recuperación más cortos. Por ejemplo, las técnicas de LASEK y PRK generan molestias las primeras 48 horas, pero se controlan con tratamiento y desaparecen durante la primera semana.
Falso mito 2: La cirugía refractiva no es para todos. Si bien no todos los casos son candidatos ideales para la cirugía refractiva, la mayoría de las personas con problemas de visión como miopía, hipermetropía, o astigmatismo pueden beneficiarse de este procedimiento. Una exploración oftalmología completa, así como una historia clínica exhaustiva del paciente (profesión, aficiones, antecedentes médicos…) determinará si eres un buen candidato para la cirugía refractiva y qué técnica sería más adecuada para ti.
Falso mito 3: Los resultados de la cirugía refractiva no son permanentes. Contrario a este mito, los resultados de la cirugía refractiva son permanentes en la mayoría de los casos. La corrección de la visión mediante técnicas como LASIK o PRK es duradera sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos defectos refractivos no son estables y pueden seguir su progresión natural; así como el envejecimiento fisiológico del ojo (la presbicia, el desarrollo de cataratas…) puede afectar la visión con el tiempo, independientemente de la cirugía refractiva realizada.
Beneficios de la cirugía refractiva:
Eliminación o reducción significativa de la dependencia de gafas o lentes de contacto.
Mejora notable en la calidad de vida, permitiendo realizar actividades diarias sin las limitaciones visuales previas.
Rápida recuperación y retorno a las actividades normales.
Ahorro a largo plazo al reducir la necesidad de adquirir gafas o lentes de contacto y sus accesorios asociados.
En resumen, la cirugía refractiva es una opción segura y efectiva para corregir problemas de visión. Si estás considerando este procedimiento, te recomendamos que te pongas en contacto con nosotros, para que uno de nuestros doctores pueda evaluar tu caso de manera personalizada. No dejes que los falsos mitos te impidan disfrutar de una visión clara y nítida.